12/11/06

Principio de Incertidumbre

" En 1927 un matemático formuló el Principio de Incertidumbre. Venía a decir algo así como que nada se puede predecir con exactitud, siempre queda un margen de incertidumbre en el conocimiento humano. Y en ese margen de incertidumbre yo siempre pensé que estaba la música, las canciones. El principio esta relacionado con el hecho de que el observador, por el mero hecho de ser testigo, influye en la realidad que está observando, la altera, introduce una variable de indeterminación. Y esta noche, si a ustedes les parece bien, me gustaría hacer un experimento. Me gustaría demostrar que cada canción es diferente simplemente porque tú estás a mi lado, cada concierto es diferente porque tú lo escuchas, porque tú cantas conmigo. Así que, manos a la obra, nada está escrito, la historia no ha terminado. Quizá los siguientes días sigan siendo terribles y grises, puede ser... pero puede que no, puede que todo cambie. Que los días que tienen que venir abran ventanas a la esperanza. Este puede ser un buen comienzo. Este puede ser un buen principio: Principio de Incertidumbre."


Ismael Serrano

[estracto de Principio de Incertidumbre]

30/9/06

Saber su nombre

Necesitaba saber su nombre. ¿Por qué?, ¡vamos!, ¿por qué?... No lo comprendo, pero el caso es que iba metiéndome en el agua… Y es cosa que siempre me ha reventado ver en el cine, los tipos que se meten con botas y pantalones, como sin darse cuenta. Lo encuentro falso, falso: es una simulación del arrebato, es algo así como decir «estaba ciego de»… Yo me daba perfectamente cuenta de que me metía en el agua: para eso me había quitado los zapatos y seguía metiéndome aunque ya no podía levantar más las faldas. Me daba un poco de vergüenza… no, de lo que me daba un poco era de miedo; de eso es de lo que me daba vergüenza, pero quería saber su nombre. Ahora ya no me da miedo y sigue dándome vergüenza. Bueno, yo creo que también sigue dándome miedo. ¿No es idiota seguir pensando en ello? No se me borra de la cabeza, es como un rasguño o un cardenal, una lesión, como cuando dice uno, «debo haberme dado un golpe aquí, porque me duele»… Pero no fue un golpe inadvertido, fue todo lo contrario, un propósito del que ya no podía apearme, necesitaba saber su nombre.

Rosa Chacel