26/5/07

Perfección

Pero aunque uno lo haga mal, no desiste porque cuando se imagina lo que se puede llegar a hacer… No, yo no me hago ilusiones, pero no estoy dispuesta a prescindir, a dejar de responder a la llamada… ¿Qué no estoy dispuesta? Que no puedo, sencillamente. No puedo dejar de responder a todo, a toda cosa en la que se pueda meter las manos. Y no es deseo de mangonear, no, es que esa emoción, ere arrebato que me produce la perfección –la vista o la imaginada– lo sufro por las cosas más increíbles… ¡Por cosas tan diferentes! Y la emoción es la misma. De eso es de lo que estoy segura, ¡es la misma!... Es como si eso, la perfección, pudiera, quisiera estar en todo, como si fuera la cúspide de todo…

Rosa Chacel