25/10/07

Divorcio

Loui, creo que este es el comienzo de una hermosa amistad...

¿A quién pretendo engañar? Yo no soy así. Nunca lo fui y nunca lo seré. Eso pasa sólo en las películas.

¡Ah! ¡Qué deprimido estoy! Quizá si me tomara un par de aspirinas más... Aunque con eso serían...dos, cuatro... seis aspirinas. Acabaré volviéndome aspirina. Y ahora el número del algodoncito, ¡a ver quién es el guapo que lo saca del frasco!
No he debido firmar esos papeles. Que me lleve a los tribunales. Dos años de matrimonio tirados a la basura. No puedo creer todo lo que me ha dicho. Parecía una extraña, no mi mujer, ¡una auténtica extraña!

-No quiero pensión alimenticia, puedes quedarte con todo. Sólo quiero ser libre
-¿No deberíamos discutirlo?
-Lo hemos discutido ya cincuenta veces, Es inútil.
-¿Por qué?
-No lo sé, no soporto el matrimonio. No te encuentro nada divertido, no me siento atraída hacia ti, no me interesas físicamente. ¡Ah! Por lo que más quieras, Alan, no lo tomes como cosa pesonal.
-No lo tomaré como cosa personal, simplemente me mataré y listo.

Si por lo menos supiera dónde veranea mi psiquiatra... ¿A dónde irá la gente en agosto? Todos se van de la ciudad. Todos los veranos la gente se vuelve loca por irse y luego está deseando volver. Y si fuera a buscarle, ¿qué me diría? Siempre acaba diciéndome que es un problema sexual. Eso es ridículo. ¿Cómo puede ser un problema sexual si cuando aún no manteníamos esas relaciones, bueno, sólo un poquito, ya ella no hacía más que mirar la televisión? Recuerdo que cambiaba de canal con el mando a distancia...

¿Por qué tiene que preocuparme tanto el divorcio? ¡Qué demonios! ¡Hasta puede que esté mejor sin ella! ¿Por qué no? Soy joven, tengo buena salud, un buen trabajo. Quizá sea ésta la oportunidad de que me divierta un poco. ¡Ja! Si ella quiere divertirse, yo también. ¡Hum! Convertiré esto en un night club. ¡Ya verán las chicas que traeré aquí, ya verán! Bailarinas, trapecistas, ninfómanas, protésicas dentales... Si ella no me quiere, no voy a obligarla por la fuerza. Aún me parece increíble lo que me ha dicho al marcharse.

-Quiero una vida nueva, quiero esquiar, quiero ir a bailar, quiero ir a la playa. Quiero hacer un viaje por Europa en motocicleta. Lo único que hago contigo es ir al cine.
-Escribo para una revista cinematográfica. Además, a mí me gustan las películas.
-Te gustan las películas porque tú no eres más que un observador de la vida. Pero yo no soy así. Quiero actuar, quiero vivir, quiero participar. Nunca nos reímos juntos.
-¿Cómo puedes decir eso? Tú, no sé, pero yo me río constantemente. Hago muecas, sonrío, incluso a veces me carcajeo. ¿Y por qué no pensaste eso cuando éramos novios?
-Entonces era distinto, tú eras más agresivo.
-Todo el mundo lo es durante el noviazgo, es lo natural. Hay que impresionar a la otra persona. Pero no puedes esperar que siga a ese nivel, me daría un ataque cardíaco.
-Adiós, Alan. Mi abogado llamará a tu abogado.
-Yo no tengo abogado. Dile que llame a mi médico.

Woody Allen