14/9/07

La delicia

–Pero ¿qué es esa cosa que puede dar sentido a toda una existencia?

–Es algo mayor que el amor. No me malinterpretes, no quiero resultar críptico. Pero ¿cómo cercar toda la inmensidad del mar, toda la minucia de la mota de polvo? ¿Cómo explicar el silencio entre dos trenes que se cruzan y crean un pasillo infinito de aire intacto? Eso es la delicia. Ningún diccionario define la delicia como yo la concibo, en todo su esplendor. La delicia es un tipo de amor tridimensional, fabricado de amor de uno mismo y de amor del otro, de fascinación por el instante presente. La delicia conlleva en sí misma la fugacidad, el presentimiento de la pérdida. Los astros confluyen en el ahora mismo y uno sabe que ese instante perdurará para siempre en nuestra memoria y hará que los años tomen un valor añadido. Porque una vida puede durar un instante. Y uno puede quedarse a vivir sobre una mota de polvo y construir su casa en lo alto de un segundo. Cada día por vivir ese vuelve de pronto valioso. Porque un hombre en vida puede recordar. Y un muerto no. Una vez que hayas conocido la delicia, querrás seguir en vida.


Blanca Riestra