21/6/07

Noches

Lo cierto es que las noches me resultan acogedoras. Siento los astros del firmamento como si fuesen los poros de tu piel y sus cometas, como las gotas de sudor que veía caer por tu espalda. Me quedo extasiada mirando su eternidad, desconcertada en rincones que no existen, indagando nuevos senderos que me conduzcan a ti, a la amplitud de tus ojos. Las noches me recuerdan a ti, por eso me gustan. Por eso me abrazan y me transmiten tu calor, y el perfume con que envolvías nuestro letargo.

Eres mi cordura en este mundo loco, me decías.

Y yo sonreía.

Sabías que con ese gesto te confesaba mil secretos, te contaba historias con finales felices, te regalaba el mundo y ponía a tus pies tesoros incalculables.

No dejes de sonreír, por favor, y enmudecías con mis besos.

Las noches me saben a ti. Su oscuridad es el pozo donde guardamos infinitos "te quiero" y el vacío que otros hallan en ellas es mi aliento. Dibujo, una vez más, tus dedos acariciando mi vientre, encaprichándose con mi ombligo y convirtiéndolo en el centro de tu universo. Llévame a las estrellas, fue mi súplica. Después adulé tu pelo, acerqué tu rostro para verlo más lejos, más allá de donde estábamos y de donde podíamos llegar, del infinito. Entonces no supe qué decir, porque estaba todo dicho mucho tiempo atrás. Al fin, yacías dentro de mí. Éramos inmensidad. Busqué tu mirada para encontrar en ella un asidero que me agarrase a algún lapso, pero en lugar de eso, los dos nos perdimos, juntos, como uno sólo. Y ya no quise dar con lo concluso, no me hacía falta. Me gustan las noches porque no son tangibles. Como tu y yo lo fuimos. Me recreo en esa sensación, la revivo y todo mi cuerpo experimenta la misma agitación, callada a los oídos de los demás porque sólo tú eres capaz de escucharla.

De niña me inquietaban las noches. No las comprendía. Parecía absurdo que a una hora determinada fuese necesario cerrar los ojos y perder la consciencia sobre un colchón. La luna allá a lo lejos, los cuentos antes de acostarse, las luces apagadas del comedor y la cocina, las persianas bajadas, el silencio... creaban una esfera de misterio casi irónica.

- ¿Tienes miedo a la oscuridad?

- No, contestaba siempre.

Quizás fui demasiado ingenua al pensar que nada nos separaría. Habíamos pasado por tantas cosas que resultaba absurdo creer en una despedida. Puede que por eso no la hayamos tenido. No lo sé. Ahora es de noche, pero no es una noche cualquiera. Es abrumadora. En el cielo pueden distinguirse nítidamente todas las estrellas y cualquier loco se atrevería a contarlas creyéndose el iniciador de una gran proeza. 1,2,3... 4, 5, 6... 7... Corre una brisa fina, que choca en mi cara y en mis manos y, por más que lo intento, no consigo retenerla. A ti tampoco te retuve. Aún escucho tu respiración. Donde quiera que vaya hallo tus huellas. Enloquezco por momentos viendo tu semblante en las esquinas. Y te aseguro que antes no era así. No, antes no. Desde que no estás rebusco en los cajones los viejos recuerdos. ¿Sabes por qué hablan de amor? Porque no lo conocen. Yo no hablo de amor. Hablo de algo tan extraordinario que escapa a la razón.

Cada noche que pasa es una nueva quimera personal. Todas están inundadas de un sabor agridulce: son el ansiado final de un día, de horas de angustia por tu ausencia. Pero también son el anticipo de una nueva jornada que me alejará más de ti y del pasado. Me alivian y a la vez desgarran mi magullado corazón. Es curioso. Son un fatum incesante, una tragedia griega que no ve bajar el telón. Y yo me he condenado a quererte hasta una saciedad que jamás consigo alcanzar.Quisiera gritar al mundo que nada me importa, pero no puedo. Me importas tú. Y no deja de ser deprimente no lograr olvidar las sombras en color. Los anocheceres que vivimos juntos son dagas clavadas en mis entrañas. El sol luchando por no tocar la linea que marca el horizonte, la luna impaciente por ser la única protagonista, la sensación de levedad que me provocan... Tú y yo... Noches...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Baby!! weno cuando me diste la direccion de este blog fue hace ya algún tiempo y la verdad eske no he tenido la dignidad de pasarme por aki a escribirte nada, mal hecho por mi pero ke mu mal! PERDONAMEEEEE PORFAPLISSS!!!!!!

Weno despues de mis disculpas (mejor tarde ke nunca) pos ya decirte que te he dejado el comentario en este Post porke de verdad este me ha encantado, es algo increiblemente bonito los demas son una preciosidad tambien pero este... jope eske... a cual mejor chica!! y nada decirte lo que ya sabes, ke te tendre enormemente agradecido el dia en que me cogiste la direccion de mail y me agregaste amessenger (BENDITO DIA!!!!!) y na ke te aprecio mucho mucho!! y ke espero ke por finnnn nos podamos conocer en septiembre si te animas a venir y si se puede ir de concierto!! aunke weno si vienes y no vamos al concierto tampokom estaria mal no seria perder el tiempo no????? weno pues nada ke eso ke te dejo ke ya seguimos hablando en Messenger ok??

Un Besote muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu
muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu gordo!!!!

Alba Messa dijo...

sí??? en qué gym???
de alumna/clienta o monitora?? jajaja el mundo de los gimnasios transferido al blogspot ;)

Un besito y ya me dices!!!

Anónimo dijo...

Aprendí a amar las noches porque las noches me inspiran para escribir, porque me dan el silencio par escuchar mi cuerpo deseando hablarme de él, porque me hacen enamorarme de nuevo de las estrellas. Aprendí a amar la noche sin miedo a la oscuridad, porque me hizo verlo todo mas claro.

Noche clara, clara es la noche.

besotes

Roberto Leal dijo...

a mi es que... las noches me recuerdan al ruido, a la fiesta XD en fin, son positivas, me gustan, sobretodo en verano cuando revffresaca un poco y puedes tar al aire sin angustiarte de calor

Blackrose dijo...

Y yo que soñé que te casabas..... fíjate tú bien!


;)

El texto..... genial!