6/6/07

Su madre

- No, no, escúchame. - El corazón había dejado de latir con fuerza, y ahora me sentía sorprendentemente tranquila-. El día que tu madre se muera (y se va a morir antes que tú, a no ser que al pobre Aitor se le vaya la mano en la próxima paliza) vas a recordar una por una todas las cosas horribles que le has dicho. Y te puedo asegurar que las seguirás recordando toda la vida. Y ¿sabes qué? Te va a doler tanto cada insulto, cada falta de respeto, vas a tener unos remordimientos tan tremendos, que es muy posible que te vuelvas loca. Por eso me das lástima. No porque estés colgada de un miserable.

Me levanté, cogiendo el bolso de un zarpazo, y pagué la cuenta de ambas en la caja del restaurante. Berta se quedó allí, asombrada y sola, sin entender muy bien lo que había pasado. Algún día lo comprenderá todo. Sólo espero que no sea demasiado tarde, ni para su madre ni para ella.


Marta Rivera de la Cruz

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Tere,
soy Silvia_chivi
sigo por aki leyéndote.

Me gustaría que un día escribieras sobre los besos... Estos días estoy pensando mucho en ello y me gustaría que escribieras con esa particularidad que te caracteriza algo sobre el tema; me haría mucha ilusión.

Guapa sigo por aki,

besotes

silvia_chivi

Tere Vilas dijo...

eStamos en eLlo, silvia ;)

biCos!!

*}TeRe{*