Tomarla en mis brazos, besar aquel trozo de piel donde el cabello dorado se convertía en una pelusilla blanca y sedosa. El perfume dulzón mezclándose con otro aroma, el mío; su mano que descansa en mi vientre, y las puntas de sus dedos que descienden tamborileando hacia la cumbre de mis muslos; abrir las piernas y adelantar las caderas; rodar y revolcarnos enredadas en una masa de brazos y piernas; estremecimiento salvaje y la habitación que se fragmenta en trocitos y se disuelve.
Lucía Etxebarria
2 comentarios:
"Echaba de menos sus besos, mientras sus labios acariciaban los suyos.
Le encantaba acurrucarse, en la cama, cuando estaban los dos juntos. La sensación de acurrucarse entre su pecho, le encantaba, el poder pegar su oreja a su pecho, para escuchar su corazón, mientras su amor, le acariciaba el pelo."
¡Tere!
Pues últimamente más estresada que nunca, porque me presento a las dos asignaturas que me quedan en fin de carrera. ¿Y tú qué tal con tu nuevo rumbo? ¿Te gusta? Estoy segura de que sí. Me alegro de que me hayas escrito, y seguro que nos cruzaremos más de una vez, porque suelo estar muy a menudo en tu decanato.
Si ves a una chica pegando carteles sobre "desarrollo sostenible en la USC", haciendo encuestas o montando mesas informativas, esa seré yo. ¡No dudes en saludarme! :)
Biquiños
Publicar un comentario