Me he acostumbrado a ordenar los recuerdos de mi vida con un cómputo de novios y de libros. Las diversas parejas que he tenido y las obras que he publicado son los mojones que marcan mi memoria, convirtiendo el informe barullo del tiempo en algo organizado. «Ah, aquel viaje a Japón debió de ser en la época en la que estaba con J., poco después de escribir Te trataré como a una reina», me digo, e inmediatamente las reminiscencias de aquel período, las desgastadas pizcas del pasado, parecen colocarse en su lugar.
Rosa Montero
1 comentario:
Pues creo que he cerrado una etapa más para colocar en mi estantería.
Un besín.
tQ*!
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